• octubre / diciembre 2020
• Laura Bertolé
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Catedrales, de Claudia Piñeiro, es un objeto literario perfectamente construido. Un texto complejo, polifónico, con un manejo brillante de la trama y, en especial, de las voces narrativas. Cada capítulo trae un tono diferente, un punto de vista, algún fragmento de la verdad. Personajes como testigos, forzados a desarmar la memoria, a conjurar los secretos, reparar la irrupción violenta de la muerte y saber, no sin dolor, que el futuro es inevitable.

La historia gira alrededor de un hecho: la aparición del cuerpo de Ana, hija menor de la familia Sardá, quemado y descuartizado. El impacto de ese suceso en los individuos que quedan. Porque un evento así es capaz de romper cualquier núcleo. De un instante a otro, sin concesiones. Una explosión que deja secuelas físicas, emocionales y también revela la maquinaria fanática para creer que la responsable siempre es la locura. El hecho fortuito, el horror de un momentum fuera de lo normal, la justificación a través de la no-razón. La locura siempre es más fácil de digerir. Como si existiera un azar diabólico en el que respiran todos los males del mundo. Que nos resguarda del horror de sabernos capaces, como personas, de ejecutar un crimen.

La investigación escasa, apresurada, que se cierra sin culpables. Un padre que tiempo después comienza a reaccionar. La búsqueda del sentido. Una hermana que rompe los vínculos y se aleja, otra que sostiene el dogma religioso por encima de todo. Un silencio enquistado por treinta años, pasivo, celosamente guardado. Ese tiempo que separa la memoria de antes, la vida vieja, de las fotos y la posterior, la de la ausencia absurda. Que destierra o enfatiza los mandatos, la obsesión de cierta fe, muchas veces hipócrita, que deja de lado cualquier tipo de desvío. La rectitud de pertenecer, el exceso de prejuicios, como si hubiera una sola forma de relatar la vida. Ese relato se mantiene en el tiempo, se prolonga por conveniente, omite cualquier otro tipo de análisis, de quiebre en la ficción que viene a sostener. Que debe ocurrir a la vista de todo el mundo. Representarse hasta el hartazgo. Honrar los pactos de poder.

La herencia familiar se disfraza de perfecta, se hunde en la monstruosidad de un dolor antiguo, resistente. Invisible a los ojos a menos que alguien lo dibuje, acompañe el trazo. Como en Catedral, el cuento de Carver que Lía, la hermana del medio, comparte con su padre en un intercambio epistolar. El vínculo que no se rompe pero encuentra en los detalles cotidianos la excusa ideal para evadirse.

“¿Cuántas otras palabras habré perdido? ¿A qué lugar de la memoria irán las palabras olvidadas?”

Los lazos se expanden o se estrechan. Las palabras se dicen o se abandonan. Giran alrededor de ese pulso único, ese acto que los define. Que la verdad salga a la luz, se rebele contra la omisión, se despegue de su ceguera forzada. Que dé cuenta del cambio de los tiempos, que legitime no ya lo personal, sino el contexto. Porque Catedrales, es una novela que refleja la actualidad, la resistencia de cierta clase a abandonar el control y la vigilancia de lo que creen moralmente correcto. Una moral siempre arbitraria, medida desde principios obsoletos. La manipulación colectiva sobre los cuerpos ajenos. La intervención de lo institucional en lo privado, la imposibilidad de elegir. Los tabúes que se marcan a fuego, se impregnan en la piel con argumentos eficaces, deliberadamente unidireccionales. La obediencia como norma, la culpa como producto.

En este libro, Claudia Piñeiro no suaviza las consecuencias, no encubre las causas. Al contrario. Pone a sus personajes a decirnos todo, a mostrarnos lo que cuesta callar, a exponer el dolor de las pérdidas. Las injustas y las derivadas. Las que se arraigan en la costumbre de la ausencia y que se evitan, hasta que ya no es posible.

Laura Bertolé. Laura Bertolé nació en Buenos Aires en 1976. Es escritora y Contadora Pública. Completó la formación de Escritura Narrativa en Casa de Letras y el posgrado en Escrituras: Creatividad Humana y Comunicación, de FLACSO. Formó parte de varios talleres literarios. Sus cuentos "Sala de espera" y "Afuera", fueron publicados en la revista literaria La Balandra. Participó del proyecto: Audiocuentos de la Nueva Narrativa Argentina, de UnaBrecha. Escribe reseñas literarias y realiza ediciones de textos para distintas entidades. "La belleza ajena", por editorial Indómita Luz, es su primer libro de cuentos. Notas de Laura

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