Liliana Bodoc: palabras como anclas
A dos años del fallecimiento de la escritora argentina Liliana Bodoc, la recordamos y homenajeamos de la mano de Silvana Buono
“¡Hay un ancla que detiene el gran barco del mundo!
Alcanza con que alguien diga “Ocurrió una vez” para que se haga silencio, se haga quietud. O algo parecido.
“Ocurrió una vez”. Cae el cuento como un ancla. El barco se detiene. El viento se sube el cierre de la campera y, sentado sobre el mástil, se acomoda para escuchar.”
Liliana Bodoc, “Echen anclas” en Ondinas
Y ocurrió una vez y nosotros hicimos silencio.
Cuando el 6 de febrero de 2018 Antonio Santa Ana, editor y escritor, escribió “Profunda tristeza por la muerte de Liliana Bodoc” en una red social, todos los que de alguna forma u otra conocíamos a Liliana, hicimos silencio. Y lloramos.
No soy fanática ni lectora de todos sus libros pero siempre me gustó mucho escucharla. La primera vez que la vi, en un evento llamado Encuentro Federal de la Palabra, me sorprendió mucho que dijera en la entrevista que había empezado a escribir a los 38 años, “de grande”, porque yo siempre pensé que los escritores nacían escribiendo.
Al saber de la noticia, pensé en mi amiga Bárbara que la amaba y en todas las veces que nombramos a Liliana como si fuera de la familia. Muchas veces los que amamos los libros hablamos de sus autores como si fueran cercanos a nosotros, como si nos escucharan. Bodoc siempre aparecía en alguna conversación porque hablar de ella era sonreír, porque hacía magia con las palabras escritas y escucharla significaba aprender.
La literatura de Bodoc implica no solo leer una historia sino también un ejercicio de relectura de fragmentos que serán sí o sí marcados, resaltados, subrayados o copiados.
¿Cuántas personas podrán ser capaces de escribir algo parecido a La saga de los Confines con la misma genialidad que Liliana sin caer en la copia? ¿Cuántas tienen tanto sentimiento acumulado como para escribir: “A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra pero no se le entiende…”
Bodoc acostumbró a sus lectores a que sus palabras y sus historias nunca se repetían. De la complejidad de sus sagas a la dulzura de Sucedió en colores o Amigos por el viento, vestigios de historia en El rastro de la canela o a la belleza de El perro del peregrino, la historia de Miga de León, ese perrito salvado por un Peregrino cuya vida y obra trascendió los siglos. Y también la soledad, la pobreza, la esperanza y los peligros que tiene que vivir Elisa. La rosa inesperada. Esta fue su última novela. Muy bella en su narración, triste en su historia.
Hay tanto para leer de Liliana. Tanto. Nuestra función como lectores es la de hacer que sus libros circulen en todos los ámbitos. Que la magia de sus palabras se haga eterna.
Ocurrió una vez. Que sus palabras no hagan silencio. Tampoco sus lectores. O algo parecido.
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Silvana Buono.Silvana es Profesora de castellano, literatura y latín, y da clases en escuelas secundarias desde hace diecisiete años, buscando transmitirle a sus alumnos su pasión por las letras, saliéndose un poco de los clásicos y presentándole a las nuevas camadas de escritores. Apasionada de las hermanas Brontë, tiene en su casa veinte ediciones de Cumbres Borrascosas. Notas de Silvana
