La máquina de proyectar sueños - Cecilia Szperling
Una fábula autobiográfica e iniciática donde los sueños y la realidad se entrecruzan para construir una historia singular.
Algo que llama la atención apenas una agarra un ejemplar de "La máquina de proyectar sueños" de Cecilia Szperling (además de la bellísima portada que lleva una imagen realizada por Flavia Da Rin compuesta por sus niñas ondulantes y de ojos grandes) es el subtítulo que lleva esta obra: Fábula autobiográfica. ¿qué es una fábula autobiográfica? ¿es ficción, es realidad? Si hay algo que jamás vamos a poder hacer es encasillar la novela de Szperling en un género. Este texto viaja de la novela a la autobiografía, de los recuerdos a la pura invención. Y a la invención de esos mismos recuerdos.
"La máquina..." no tenía, inicialmente, destino de novela, estaba pensada para la oralidad, para ser leída en un escenario en un espectáculo creado junto a la cantante Paula Maffia. Szperling había escrito los primeros capítulos, que se refieren a la noche, y un texto que operaba como final. Con esos elementos que funcionaban muy bien juntos decidió seguir contando esa historia. Una historia que bien puede ser la suya, pero al mismo tiempo no lo es.
La protagonista es una niña insomne, que deambula noche tras noche por los largos pasillos de la casona familiar. En una de esas noches, mientras sus padres y sus hermanas duermen, la pequeña protagonista llega hasta el cuarto de los adultos y se encuentra con un proyector. Una máquina que al mostrar a través de sus luces brillantes una realidad diferente a la que vive de día la llenará de curiosidad y llevará en su memoria como La máquina de proyectar sueños, ese instrumento que tiene por objeto llenar de imágenes y recuerdos la noche de los durmientes.
Esta niña, que hoy ya adulta nos narra su vida, mira su historia con ingenuidad y curiosidad. La historia se vuelve a cada párrafo una historia cercana, por un lado por la forma particular que utiliza la autora para contarla: cuenta el pasado en tiempo presente. Por otra parte sus historias cotidianas, comunes en los niños, permiten reflejarnos en esa niñez y mirarla a los ojos como si de un espejo se tratara. Y los años pasan, y la pequeña niña se convierte en adolescente y las noches siguen siendo ese espacio de sueños (no sueño), en las cuales va descubriéndose a sí misma y al mundo de los adultos a través del silencio.
El libro está estructurado en capítulos que si bien aparentan avanzar junto a los años de nuestra protagonista, lo van haciendo en la medida en que van ocurriendo hechos que la llevan a seguir con sus descubrimientos de lo que es la realidad, de encontrase y desencontrarse con esa realidad en la que debe habitar pero en la cual no termina de acomodarse. Lo onírico, la fantasía, las leyendas son los elementos sobre los que se construyen estos relatos que conforman, poco a poco, una vida.
Hay libros que son refugios. ¿Este lo es? Sin lugar a dudas. Es un espacio que contiene amorosamente y que, cuando llega el momento, ayuda a salir fortalecido.
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Soledad Hessel.Editora/Redactora de trenINSOMNE. Periodista. Siempre supo que las palabras eran lo suyo. Escribe y lee desde que recuerda y tiene una pasión por los libros como objetos de culto. Co-conductora del programa radial "Nunca se sabe" por radio La Desterrada. Columnista de literatura y cultura en medios gráficos y radiales. Fue corresponsal del diario La voz de Santa Cruz y de la Revista En acción de La Plata en la Ciudad de Córdoba. Además, fue miembro del Comité de Redacción y Editora del Boletín de Divulgación Científica de la Universidad Nacional de Córdoba. Notas de Soledad