• trenINSOMNE N° 21 - abril/junio 2021
• Soledad Hessel
• Libros/ Te recomiendo

El auto negro, ese tantas veces soñado, frena de golpe. Descalza, Almudena -autora y protagonista de este texto- pide perdón, cruzó mal, no quiso molestar. Pero el dolor sigue ahí, la tristeza ha anidado en su pecho y ni siquiera ese auto, elegido al azar por su color, puede sacársela de un empujón, chocándola, llevándola para siempre más allá de todo.

La ficción no tiene nada que hacer ni tiene espacio en “Fármaco”, (Odelia Editora/2021) el último libro publicado por la escritora española Almudena Sánchez. La narración, como arrancada a jirones, nos lleva al momento más oscuro en la vida de la autora. Una fuerte depresión se ha adueñado de sus días, sus pensamientos, sus espacios. Nada ni nadie es capaz de comprenderla ni de sacarla de ese estado entre la vida y el deseo de muerte, quienes la aman sólo pueden intentar mantener vivo ese cuerpo mientras la mente de Almudena vaga inmersa en un mar sin agua.

Escrita en carne viva, sacándonos de nuestro lugar de confort -si es que nos queda alguno- esta novela autobiográfica nos da un sacudón, nos muestra todos nuestros prejuicios frente a las enfermedades mentales que en muchos casos -por puro prejuicio si- son consideradas escenas montadas por gente que tiene poco que hacer. Nos pone en jaque frente al dolor ajeno mientras nos enfrenta a la dura realidad de que todos podemos caer, antes o después, en ese pozo sin luz, sin salida, sin escalera, que es la depresión, una enfermedad que primero se mete en el alma y luego destroza todo lo que encuentra a su paso.

Buscando la razón de su mal -una depresión endógena- Almudena Sánchez bucea en sus recuerdos de infancia, ve a esa niña taciturna en las fotos, niñez llena de dudas y preguntas; pone en perspectiva a la adolescente que no logra ser una del montón: siempre sobresaliendo, sus intentos por ser invisible se volvieron inútiles. Y en esos viajes hacia atrás encuentra algunas piezas que le permiten ir rearmando el rompecabezas en el que hoy se ha convertido y en el que no logra definir una imagen nítida.

¿Futuro? Imposible imaginarlo, las palabras no la acompañan, la facilidad con la que antes salían desde sus dedos al papel se ha esfumado como su alegría, su desenfado, sus ganas de vivir. ¿Pasado? Demasiado doloroso para poder asirlo y sacar de él las herramientas que le permitan reconstruir su vida. ¿Presente? Imposible de tolerar, de respirar, de mirar a los ojos. Unos ojos vacíos, los de la protagonista, que se quedaron sin luz. Vida, en cualquier tiempo, momento, espacio, que parece haberle sido arrebatada.

Y un final en parte esperanzador: algunos logran salir, no sin una soga que alguien les arroja en forma de comprimidos de variados colores, de ese pozo. Con mucho esfuerzo, pérdidas por doquier, silencios definitivos. Pero salen. Otros quedarán en el camino, no tendrán la suerte -buena o mala, cada uno decidirá- de cruzarse en su camino con un conductor de buenos reflejos.

Soledad Hessel.Editora/Redactora de trenINSOMNE. Periodista. Siempre supo que las palabras eran lo suyo. Escribe y lee desde que recuerda y tiene una pasión por los libros como objetos de culto. Conductora del programa radial "A la vuelta de la esquina" por radio La Desterrada. Coordinadora del ciclo de lecturas on-line "Lecturas en el tren". Columnista de literatura y cultura en medios gráficos y radiales como Infobae, Solo tempestad, CQAP.info, Veo Maravillas, entre otros. Fue corresponsal del diario La voz de Santa Cruz y de la Revista En acción de La Plata en la Ciudad de Córdoba. Además, fue miembro del Comité de Redacción y Editora del Boletín de Divulgación Científica de la Universidad Nacional de Córdoba. Notas de Soledad