• trenINSOMNE N° 09 - abril/junio 2018
• Soledad Hessel
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Hablar de un libro de Mariana Enríquez, es hablar de lo mejor de la literatura argentina de los últimos años. Hoy, a nivel mundial, se habla con admiración de tres escritoras argentinas: Samanta Schweblin, Ariana Harwicz y, por supuesto Mariana Enríquez. Las tres autoras nos presentan textos brutales, lejos de los cánones, que parten el alma y escinden en dos los sentimientos frente a la literatura: ¿puede un texto que cuenta una historia espantosa y amenazante ser un texto hermoso?

En los doce cuentos que componen “Las cosas que perdimos en el fuego” Enríquez plantea situaciones cotidianas, un grupo de amigas que quieren divertirse, una joven pareja recién mudada, una mujer joven que decide irse a la casa deshabitada de sus abuelos para poder iniciar una vida independiente, una fiscal, dos primas emprendiendo un viaje, un par de adolescentes en su último año de colegio secundario. Todas situaciones diarias, con sus altos y sus bajos, pero que conocemos por ser la propia vida o de una persona conocida, pero aburridas de tan repetidas. Y en ese momento, en el que uno comienza a pensar en cómo hará la autora para darle un giro a esa historia tan común es donde Enríquez asesta el golpe con su pluma magistral y lo seguro y conocido se vuelve miedo, terror, locura. Donde lo sobre natural pasa a ser lo común, lo cotidiano, aquello que es, por supuesto, el único camino posible hacia un desenlace. Mariana Enríquez tiene la gran habilidad de hacernos pensar a través de sus palabras engarzadas con maestría que eso que pasa es natural, que le puede pasar a cualquiera, que no es una alucinación ni un deterioro mental de alguna de las protagonistas de sus historias sino la vida misma que se muestra tal y como es.

Si las historias de terror son lo suyo, o si nunca leyeron un libro de este género -ya sea por decisión o por no encontrarse con uno que le llame la suficiente atención, este es el momento y el libro indicado para acercarse a un espacio literario en el cual conviven autores de todos los tiempos. El libro de Enríquez es una entrada perfecta, que recibe con calidez al lector y lo atrapa, no lo deja irse de sus páginas, lo encierra, lo encadena. Y al final de libro uno sólo quiere seguir leyendo.

En la contratapa de la edición que tengo entre manos, dice que Mariana “transforma géneros literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la crónica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raíces, las llamas y las tinieblas de toda existencia”. Yo no puedo más que firmar al pie de tan maravillosa y acertada descripción.

Soledad Hessel.Editora/Redactora de trenINSOMNE. Periodista. Siempre supo que las palabras eran lo suyo. Escribe y lee desde que recuerda y tiene una pasión por los libros como objetos de culto. Co-conductora del programa radial "Nunca se sabe" por radio La Desterrada. Columnista de literatura y cultura en medios gráficos y radiales. Fue corresponsal del diario La voz de Santa Cruz y de la Revista En acción de La Plata en la Ciudad de Córdoba. Además, fue miembro del Comité de Redacción y Editora del Boletín de Divulgación Científica de la Universidad Nacional de Córdoba. Notas de Soledad