Inés Arteta: “Lilit, la primera mujer, abandonó el Paraíso por defender su igualdad con Adán”

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Conversamos con la escritora Inés Arteta sobre su escritura, su última novela “La otra mitad del universo” y sobre la historia que rodea la narración

Inés Arteta es escritora y Licenciada y Docente de Historia. Nos encontramos para conversar vía video llamada, ya que la pandemia sigue haciendo estragos, en el programa radial “A la vuelta de la esquina”. Autora de numerosas obras en distintos géneros, encontramos entre su bibliografía el libro de cuentos Juego de mujeres, el libro de crónica periodística La 21-24, una crónica de la religiosidad popular frente al desamparo y las novelas El mismo río, Chicas bien, Los Caimanes, La otra mitad del universo, publicada a fines del 2020 y la novela inédita “Las Pereira” ganadora del Premio Municipal Eduardo Mallea.

La otra mitad del universo es una novela en la que una búsqueda constante guía a sus protagonistas. A Luisa, la narradora principal, quien a sus cuarenta años siente que la vida académica se le escapa y no termina de decidir si aún está a tiempo de retomarla o dejarla ir es la mejor opción, mientras se replantea en qué momento se tomaron las decisiones que hoy rigen su vida. A Louise, abuela de Luisa, la escritura, la literatura, la investigación la guían en la búsqueda de su propia voz. Y finalmente, pero iniciador de este camino, está Jákob Adam, serbio radicado en Buenos Aires luego de la Segunda Guerra Mundial que carga con un secreto tesoro literario que ha pasado durante siglos de mano en mano de mujeres que lo han protegido. La vida de los tres se entrelazará con el intento de reconstruir y revelar la vida de Lilit, la primera mujer, quien precedió a Eva en el paraíso.

- Iba a empezar hablando de “La otra mitad del Universo”, pero me llama la atención el premio Municipal Eduardo Mallea a la novela inédita “Las Pereira”, escrita en 2007, premiada en 2011 y que sigue inédita.

- Fue escrita, entre 2007 y 2008, fue premiada bastante años después porque los Premios Municipales tienen bastante demora, pero fue una gran sorpresa recibir ese premio, y cobro un sueldo de por vida por esa novela. Pero no es tan fácil conseguir publicación, no creo que sea solamente así en Argentina, creo que ocurre en todas partes del mundo. Y esa cuestión misteriosa que tienen las novelas de cuándo les toca su turno. A medida que pasa el tiempo la siento cada vez más lejos. Las Pereira son tres hermanas, y se pueden encontrar como algunas de las pocas protagonistas de los cuentos de “Juego de mujeres”. Por otra parte, cada una continua en las distintas novelas que fueron apareciendo, así que quién sabe.

- “La otra mitad del universo” tiene numerosos personajes que rodean a Luisa, la protagonista y narradora principal ¿de qué nos hablas en la novela?

- Mencionabas a Luisa la narradora, y a mí me gusta pensar que Jákob Adam también es protagonista. Se va juntando una parte de la novela con la otra, es decir, la parte del presente que es la de Luisa, que está en un momento de crisis de su vida, porque ella es profesora de historia, está casada, tiene dos hijas y se da cuenta que, quizás, para hacer un doctorado que es lo que a ella le gustaría está como un poco demorada, o se fue retrasando. Ahora todos se doctorean mucho más jóvenes, entonces entra en una crisis de decir “en qué momento yo me empecé a postergar porque había empezado una familia, en qué momento yo pacté con mi marido que él iba a crecer y yo iba a trabajar cuando pudiera y no iba a seguir creciendo”. En esa crisis, en esa búsqueda que hace por hacer este doctorado, encuentra una postal con una mujer de cabello rojo y una actitud muy fuerte, la encuentra en un libro que le quedó de su abuela con quien tenía una relación muy profunda, y que murió cuando ella tenía quince años. Esa postal, esa figura, es el disparador para que empiece a pensar que posiblemente esa imagen sea de Lilit, ya que su abuela la nombraba mucho, y se pone a investigar quién fue. Paralelamente a su investigación y a saber más sobre Lilit, nos vamos enterando de la historia de Jákob Adam, yo llamo a esos capítulos los “capítulos históricos”. Adam es, al principio de la novela, un muchacho serbio que atraviesa una parte tremenda de la Shoah en Serbia, donde mueren su madre y toda su familia, y al ser liberado de Auschwitz decide regresar a su casa. Su casa está ocupada, no le queda nada y él recuerda que su madre les dijo “cualquier cosa que pase no se olviden de escarbar debajo de la higuera en el jardín”. De ahí desentierra unos rollos de un libro antiguo y continua su periplo, su odisea. Va a llegar a la Argentina con ese libro antiguo, no quiero spoilear más, pero ahí es donde se encuentran la historia de Luisa con la de Jákob Adam, este serbio que recala en Buenos Aires, que se hace amigo de la abuela de Luisa y los une este libro antiguo, muy muy antiguo, del siglo sexto antes de Cristo, cuando se empezó a seleccionar que libros formarían parte del canon sagrado, la Biblia.

- ¿Cómo surge la idea de contar esta búsqueda, la de Luisa, la de Jákob, de conocer o de descubrir a Lilit?

- Lilit me parece un personaje mitológico fascinante. Y me llamó mucho la atención que tan poca gente la conociera. Ella sería la primera mujer creada junto a Adán, y Eva sería la segunda. Cada vez que yo le contaba a alguien sobre Lilit, parecía que la había inventado, el hecho de que había otra mujer dentro de lo que son los mitos y leyendas sobre la creación, y que ella había decidido irse del paraíso porque las condiciones que le imponía Adán le parecían injustas, se fue y nunca más volvió. Ese investigar, como investiga Luisa, sobre Lilit, me llevó a escribir todo lo que podía sobre ella. En general yo escribo porque leo. Me impulsa un deseo de seguir entendiendo algo que no puedo entender bien. Lo que acá no podía entender era por qué ella no estaba incluida en el canon. Con lo fuerte que es esa mujer es bastante entendible que a los señores que eligieron los textos, los de ella no les interesaran.

- ¿Cuándo descubriste a Lilit? ¿Dónde?

- Descubrí a Lilit después de haber leído por segunda vez “El libro de J” de Harold Bloom. A partir de esa lectura y de querer saber más sobre los tres autores que escribieron sobre el Génesis, fui a parar a Lilit, y una vez que la conocí no pude parar. De hecho, esta novela tuvo tres versiones, me llevó seis años. Porque cuanto más sabés de algo más te das cuenta de que sabés poco. En la cultura y en la religión judía está la Kabbalah y otros escritos rabínicos que tratan de explicar algunas partes de la Torá, que leídas literalmente suenan un poco confusas. Si nosotros nos ponemos a leer la Biblia nos vamos a encontrar que primero viene un pasaje donde dice que el hombre y la mujer fueron creados al mismo tiempo, del polvo, y después seguimos un poquito y dice que el hombre fue creado primero y como no era bueno que estuviera solo se le quitó una costilla, se lo hizo dormir y apareció una mujer.

- Leemos los textos religiosos sin dudar, sin buscarles fisuras, sin cuestionar absolutamente nada.

- Eso me parece casi lo más interesante de toda esta cuestión. Porque incluso si vos le preguntas a cualquiera que haya tenido religión en la escuela o en la casa ¿cuál era el árbol que tenían prohibido?, todo el mundo te va a contestar ¿qué?

- El manzano

- Claro, pero no lo dice en ningún lado. En todo caso la higuera. Es como que te están enseñando a leer y casi que te están forzando la lectura, la Biblia en ningún momento habla del manzano. Adán y Eva están juntos en el momento en que son tentados, y para nosotros, lo que te queda en el imaginario, la pecadora fue Eva, porque ella tuvo la idea, ella se tentó, ella lo convenció a Adán, pero de hecho estaban juntos. Y otra cuestión que es muy genial y que se pasa por encima, es que el árbol prohibido era el árbol del conocimiento. Es decir que si Eva fue la tentada, ella lo que quería era el conocimiento, salir de la ignorancia, Adán se hubiera quedado embobado para siempre, tomando cerveza y comiendo papas fritas, una cosa así. Eso me parece muy llamativo. Esa cuestión e ir buscando las distintas versiones que hubo, porque en el momento en que se seleccionaron los textos era un momento en el que el Estado de Israel necesitaba un estado fuerte, tenía que elegir los textos convenientes. Esto es lo maravilloso del libro de Harold Bloom, que en la novela lo voy diciendo, en realidad lo va diciendo Luisa, es tan importante cómo se va leyendo un texto. De hecho, no es lo mismo leer el texto que mencionamos recién como fue escrito, que fue con una mirada irónica sobre Dios, que era un personaje, y no como se quiso interpretar después que era antropomórfica, como si en el pasado la gente no hubiera tenido capacidad de abstracción. Era totalmente irónica la escritora, porque según Harold Bloom fue una mujer.

- Volvamos a Lilit.

- El personaje Lilit existe desde antes de que se escribiera la Biblia, estaba en la cultura babilónica. De eso si hay noticias, de que Lilit era una diablesa, alguien conocido en todas esas culturas, y más adelante en la época de los cabalistas -que es la época medieval- se retoma, es decir que en la cultura judía todavía existía ese personaje. Se dice ¿es este personaje, el que todos conocemos, el que está en la tradición oral, es la primera mujer, la que fue creada al mismo tiempo que Adán? Lo que pasa es que después hubo que darle otra porque la primera se fue ¿y por qué se fue? Y el midrash que más me interesa -esas explicaciones que escribieron rabinos, cabalistas, distintas figuras eruditas que buscaban una explicación a por qué había un desfasaje en algún lado, o por qué había algo poco comprensible en algún lado leído literalmente- es ese de Ben Sirá que dice que fue porque vino Adán a decir “bueno, este es el momento del sexo, acostate vos boca arriba y yo me acuesto arriba”, y entonces ella dijo “¿por qué yo abajo?” Más arriba era superior porque era más cerca de Dios. Él le dijo “porque tu cola es redonda, es más apta para estar contra el suelo”. Entonces ella dijo, “de ninguna manera, si así empezamos yo me voy, adiós”. Y se fue. Y a dónde se fue es muy simbólico, porque el Mar Rojo simbólicamente era un lugar lleno de diablos, de lujuria, y ahí se fue Lilit, un lugar donde tenía cientos de amantes. En ese momento Adán empezó a aburrirse, se quejó con Dios, y Dios que era varón, le dijo la voy a mandar a buscar. Mandó a tres ángeles y ella dijo “mismas condiciones, no vuelvo”. Ahí fue cuando la maldijeron, y quedó maldita para siempre: iban a morir cien de sus hijos por día. A ella no le importó. Volver, volvería, pero siendo los dos iguales. Siendo que Adán iba a ser superior no volvió, y ahí fue cuando de su costilla Dios creó a Eva.

- ¿Cómo fue el tema de la investigación tanto de la vida de Jákob como la de la construcción de Lilit?

- Muchísima investigación. La parte sobre Lilit, toda la investigación que hace Luisa, la empecé en el Seminario Rabínico Latinoamericano. Ahí encontré muchísima información que me llevó a otros lugares. También fui a consultar a rabinos y sacerdotes que me fueron indicando caminos, distintos caminos por los que seguir escarbando. Y la parte histórica mucha investigación histórica. Hay una parte muy conocida de la Shoah y me encontré con otra parte que me pareció que era menos conocida, que es la de los campos de desplazados. Cuando termina la Segunda Guerra Mundial, pasan muchos años, tres, cuatro, mínimo, que Europa queda destruida y que todos los que sobrevivieron no tenían a dónde volver, no tenían familia, no tenían casa y había una cantidad de organizaciones que intentaban ayudarlos, pero eso llevaba años. Incluso la posibilidad de ir o de migrar a Israel era algo difícil porque era un protectorado británico y Gran Bretaña no quería por su ligazón con Palestina. También está el tema de cuando Israel empieza a formarse. Algo que me parece maravilloso es que tuvieron que comenzar una lengua nueva, porque todos esos inmigrantes que llegaron, lo hicieron desde distintos lugares del mundo, todos hablando una lengua distinta. Y el hebreo no era una lengua que estaba en uso, es una lengua antigua que había que crearle nuevas palabras incluso.

- ¿Y te encontraste como Luisa con algunas personas que no quisieron contarte algunas cosas que tenían que ver con los inicios, con la religión, con el canon?

- Lo que encontré tanto en la religión judía como en la católica, fueron intentos de quitarle importancia: “que no, que para qué vas a ir por ahí, que eso se escribió mucho más tarde”. Incluso eso que le pasa a Luisa que le muestra a un erudito de que Lilit está en la Biblia, que está mencionada en Isaías 34: 14, es decir que en la época en que se escribieron estos textos ella ya existía. Fui a ver a un sacerdote católico que dije este sí, este va a ser abierto porque era un sacerdote muy abierto pero que enseguida lo quería desechar diciendo “lo que hay es lo que hay y si no podría haber podido ser de la otra manera, pero la otra manera también hubiera sido arbitraria”, decir que la organización patriarcal del mundo es una organización como cualquier otra sería como ir al mundo de las especulaciones. No escuchar cuales eran mis inquietudes que eran tratar de entender por qué el mundo occidental se había organizado de esta manera. Por supuesto no es que cuando te preguntás algo y te pasas seis años investigándolo vas a encontrar una respuesta, en general encontrás más preguntas, pero ese intento de responderlo me pareció un viaje fascinante. Pero como vos me preguntabas me encontré con muchísimo rechazo, incluso hubo uno que no me quiso atender, sólo hablaba con hombres. Y me daba cuenta de que en todo caso libros, o el propio Google eran mucho más amigos de mis preguntas que ese tipo de persona que estaba muy aferrada a que nada se le cambie de sus estructuras. Me encontré con uno, que me pareció fascinante que me dijo, como una cuestión así muy libre, “pero ¿qué esperaba? ¿cómo podría haber sido de otra manera? Nosotros somos un pueblo perseguido, necesitamos desde la ortodoxia conservar las cosas firmes”. Es cierto que la religión judía tiene, y hablo como goy, una cantidad de posibilidades por afuera de la ortodoxia que te permiten investigar lo que quieras, todo lo que te permita llegar a la divinidad es bienvenido. Me pareció muy fascinante.

- Tenemos un hombre en este libro y tres mujeres Luisa, su abuela Louise y Lilit, tres mujeres que en su intento de descubrir a la otra van descubriendo otros caminos. ¿Cómo planteaste esta búsqueda, dónde la comenzaste?

- Creo que las mujeres necesitamos un referente femenino en las distintas etapas de la vida, que sea distinto al de la propia madre. Sea como sea tu madre. En mi caso me costaba tanto encontrar referentes de mujeres cercanos a mi entorno, que cuando mi abuela enfermó bastante, yo tendría dieciséis y ya se notaba que tenía una enfermedad mental, iba queriendo como agrandar mucho lo que ella me iba enseñando. Porque por ella yo llegué a la literatura, en mi casa no había. Y hubo un momento en que yo ya era grande y ella ya estaba muerta, en que me doy cuenta de que una vez que ella murió, yo la había inventado. Ella no era la mujer que yo hubiera querido que fuera, pero el invento que yo hice de ella me sirvió mucho para poder empoderarme. Siempre tuve un entorno bastante cerrado. Me pareció muy genial la posibilidad de llegar a inventar a una mujer si es necesario. A Luisa, por su parte, le costó conocer a su abuela porque la madre se interponía, porque le había producido demasiado miedo esa apertura de su propia madre, entonces trató de frenar ese acceso a ella, pero Luisa se las terminó ingeniando para poder conocerla. Me parece que nunca es tarde, Luisa ya está llegando a los cuarenta, la abuela ya hace un tiempo que está muerta, pero de alguna manera la abuela muerta le va dejando pistas para que ella pueda llegar a donde quiere llegar.

- ¿Qué viene en este 2021?

- Tengo la novela que escribí en los dos últimos años, que la trabajé en la clínica de Liliana Heker, y es una novela compuesta de cuentos. Son unos personajes, bastante personajes, que emigraron a un lugar donde viven en una comunidad que llaman “El refugio”. Son todos inmigrantes, algo en la vida los rompió y no quieren volver a nada de sus vidas anteriores. Está escrita con tres narradores distintos, pero ahora la estoy re trabajando ya que la quiero presentar en el concurso del Fondo Nacional de las Artes. Es una novela un poco jugada porque tiene esta composición distinta, pero es la que tengo más cercana a mí. Además Del Zorzal, va a republicar “Juego de mujeres” y lo están preparando también como audiolibro, audiocuentos leídos por actrices. Ya me mandaron las muestras y la verdad es que quedan preciosos.



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Soledad Hessel.Editora/Redactora de trenINSOMNE. Periodista. Editora. Gestora Cultural. Siempre supo que las palabras eran lo suyo. Escribe y lee desde que recuerda y tiene una pasión por los libros como objetos de culto. Conductora del programa radial "A la vuelta de la esquina" por radio La Desterrada. Coordinadora del ciclo de lecturas on-line "Lecturas en el tren". Columnista de literatura y cultura en medios gráficos y radiales. Fue corresponsal del diario La voz de Santa Cruz y de la Revista En acción de La Plata en la Ciudad de Córdoba. Además, fue miembro del Comité de Redacción y Editora del Boletín de Divulgación Científica de la Universidad Nacional de Córdoba. Dicta talleres de lectura y escritura. Notas de Soledad

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