Se sube al tren: Sergio Fitte

Sergio Fitte

Hoy se sube al tren el escritor Sergio Fitte y nos presenta su cuento "Problemas de otros"

- ¿Cuando y por qué comenzaste escribir?

- Lo hice por necesidad a partir de los 20 y pico. Escribiendo en las paredes de mi cuarto de estudiante. Intercalando textos mío con textos ajenos, escondiéndolos. A tal punto llegaba mi cobardía. En el ámbito en el que me movía no estaba bien visto quedarse a escribir en lugar de salir a jugar al fútbol. Trataba de sobrevivir. El salto del anonimato lo di cuando los que leían las paredes solían preferir lo que yo escribía antes de lo que yo copiaba. No hay que dejar pasar el tiempo y hay que escribir si a uno le hace bien, ese es mí único consejo válido con relación a la literatura.

- ¿De que se nutre tu escritura?

- De todo. Todo es literatura. Con solo echar un vistazo a nuestro alrededor nos topamos inexorablemente con una historia. Lo único que hay que hacer es contarla. Algunos son muy buenos otros somos “yo”. Es como cuando hay que sacar una escultura de adentro de una piedra. La escultura ya estaba antes.

- ¿Tenés rituales a la hora de ponerte escribir?

- Levantarme. Eso es lo más difícil. Lo primero que hago el día que escribo es eso. Escribo. Por eso el tema de madrugar y mucho. Ya cuando comienza a salir el sol hay que salir a pelearle a la contra. A la inmodificable realidad y a los monstruos que la manejan. En esos momentos se debe estar alerta y cobrarse venganza eterna, luego, en los escritos.

- ¿Hay algún tema que aún no te animaste a enfrentar con tu escritura?

- No. Al contrario. Falta que alguien me diga sobre esto no escribiste y ya lo anoto como tarea para el próximo momento de escribir.

- Te doy una bola de cristal para ver el futuro, ¿cómo te ves?

- Me veo recibiendo el novel de literatura. Poco después, un llamado telefónico me informará que hubo un tremendo error. Se me inicia un proceso judicial que me lleva a purgar una larga condena por usurpación de nombre. Durante el período de encierro escribo una larga novela que me es sustraída y publicada por el jefe de la cárcel. Más tarde hay un nuevo conflicto con relación al uso de nombres, pero aquí la imagen de la bola es difusa. Se ve que no es tan poderosa.

- Hoy ¿por qué escribís?

- Para seguir peleándole a la contra. Para escapar. Escribo para ser un poquito más feliz cada día. Para no morir. El día que escribo al menos una línea se que me vuelvo inmortal por veinticuatro horas más.


"Problemas de otros"

Finalmente acepté que mi novia me lleve al médico. Bueno, novia novia a lo mejor no es la palabra. Si lo fuese, yo no tendría por qué confundirme tantas veces su nombre. Pero ya soy un hombre grande. Cuántas mujeres pasaron ya delante de mis narices, además las pendejas de ahora no se fijan en esa clase de errores. No les calienta. Lo que sí les importa y mucho, es que uno se mantenga en una buena posición económica y que esté más o menos presentable. Entonces para no andar con idas y vueltas le dije a mi chica que bueno, que está bien, que me lleve al médico, total el dinero me sobra, algún tratamiento de morondanga no me va a mover la aguja económica. La esperé enfundado dentro de mis mejores ropas. Ella me besó la frente en cuanto llegó y me dijo: no, la corbata en la cabeza hoy no. Salimos. Llegamos a lo del profesional. Así que nos estamos olvidando un poquito las cosas, me interrogó el doctor a quien no había visto nunca antes. En realidad, miré de costado a mi novia, lo que pasa es que me gusta tomar fuerte y luego se me va la memoria, les pido disculpas a ambos. En especial a vos Carla, mi amor. Dejaré de beber. Cuando la volví a mirar, ella asentía con la cabeza y la mirada clavada en el suelo. Veremos que pasa en el futuro dijo el médico, y extendió unos papeles que pensé debía llenar yo, aunque lo hizo ella. Como tengo muy buena vista fui leyendo a la distancia algunos de los casilleros que iba completando: Nombre completo: María Rissio; Profesión: asistente social; Relación con el paciente: hija; Número de consultas con éste profesional: aprox. 15 en los últimos 6 meses; Motivo de la internación: Trastorno de la memoria, Pérdida de la realidad; Obra social: ninguna, el paciente se encuentra en estado de pobreza y abandono absoluto; Relación del paciente con la bebida: abstemio…y había más casilleros que se iban llenando. No quise seguir leyéndolos. Es mejor no andar enterándose de los problemas de los otros.


Cuento publicado en el libro "Desahogo" (2016)