El amor y el arte: entre sábanas y comas (tercera parte)
Historias de amor y desamor en el mundo de las letras
En literatura discurre vida, porque es vida en sí misma. La atraviesan, como a nosotros, las mismas cosas que nos proyectan o nos detienen. El amor parece ser un motor que en ese sentido la puede impulsar o paralizar. En el medio de estos dos puertos, quien se aventure como escritor a naufragar, existen sin embargo archipiélagos, que pueden funcionar como páramos donde el artista puede encontrar un albergue, reponer fuerzas, inspirarse o perderse para siempre.
Hoy recorremos vidas de parejas de la literatura y hacemos foco bajo las sábanas, ese lugar menos conocido donde hay una tensión que subyace: un archipiélago, que en la mayoría de los casos funcionó como un dínamo que proyectó a uno de ambos, gracias al almizcle que el vínculo exitoso construyó.
León Tolstói y Sofía Bers
Sofía transcribió siete veces Guerra y Paz para su marido (dependiendo de la edición, puede superar ampliamente las dos mil páginas). Nacida Sofía Bers, Sofía Andréyevna Tolstáya y León Tolstói estuvieron casados cuarenta y ocho años durante los cuales ella ofició de escriba y agente. Fue escritora, fotógrafa y copista. A pesar de los dieciséis años que le llevaba Lev Nikoláyevich Tolstói, Sofía fue un poco madre también: logró que su marido abandonara su condición de jugador y mujeriego. Tuvieron trece hijos. Y aunque el mismo autor declaró que su mejor momento intelectual vino de la mano de su esposa, en sus últimos años se alejó. "No puedo explicarlo, no tengo fuerzas para seguir sus enseñanzas", escribió el hombre tras Ana Karenina. Ella, amargada, corrió a su encuentro cuando supo que una mortal neumonía lo afectaba. No le permitieron acercarse por el horrible estado de Tolstói pero luego de la dosis mortal de morfina, ella lo besó en la frente y le pidió perdón de rodillas. Fue la última escena que el escritor ruso vivió antes de cerrar los ojos.
Peter Orlovsky y Allen Ginsberg
El celebrado poeta de la generación beat, Allen Ginsberg conoció al también hombre de letras Peter Orlovsky en 1954 y se amaron hasta 1997, cuando murió Allen. El beatnik alentaba a su pareja a escribir y aunque no tuvo la calidad literaria de "Aullido", Orlovsky publicó sus poemas dentro la misma corriente. Tuvieron una relación abierta donde había lugar tanto para hombres como para mujeres, pero su amor los mantuvo unidos más de cuarenta años.
Mart Twain y Olivia Langdon
Mark Twain -nacido Samuel Clemens- se casó con Olivia Langdon tras conquistarla llevándola a una lectura de Charles Dickens. Fue su editora, su asistente y hasta terminaba los artículos del escritor, además de ofrecerle su punto de vista como mujer. Aunque eternamente enferma, Olivia, además de sus propios escritos, se ocupó de promover la obra de Twain hasta su muerte.
Virginia Woolf y Leonard Woolf
Leonard Woolf fue quien le dio el apellido a Virginia Stephen, además de su apoyo y amor incondicional. Él, teórico político, editor y escritor, fue junto a su pareja, un destacado narrador dentro del selecto Círculo de Bloomsbury, escribió casi una veintena de obras mientas duró su matrimonio con Virginia. Juntos fundaron Hogarth Press tras la compra de una imprenta manual, lo que devendría en una gran editorial que publicó a T.S. Elliot, entre otros. Leonard fue el gran soporte en la depresión de Virginia Woolf, y a él dedicó sus últimas líneas antes del suicidio: "Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad que tuve en esta vida. Has sido tremendamente paciente conmigo e increíblemente bueno… No creo que existan dos personas que hayan sido más felices que nosotros".
Stephen King y Tabitha King
La esposa de Stephen King es escritora como su marido. Casada desde 1971 con el autor de El resplandor, Tabhita King cuenta con más de 15 libros editados y es, además, una activista humanitaria. Cuando él comenzó a escribir Carrie, deshechó las primeras páginas una y otra vez al no lograr la perspectiva femenina de su personaje. Ahí fue donde Tabhita lo ayudó en todo el proceso creativo aportando su punto de vista.
(*) Imagen de portada: Endless Love - Alfred Gockel
=========================================================================Corina Vanda Materazzi.Nació en noviembre de 1968 en CABA pero la mayoría de su vida se desarrolló en el Conurbano. Escribe desde que empezó a leer, dice que ambas cosas son como viajar. Como autora reconoce que es un trayecto con postas y que no tiene contrato de exclusividad con ningún destino final. Como lectora se abraza y se deja llevar, como con el tango.A fines de 2015 editó con Utopía HUELLAS y en mayo de este año con Peces de Ciudad VOZ EN OFF, un libro de cuentos, algunos de los cuales obtuvieron menciones en diferentes concursos. Participó de algunas antologías de narrativa y algunas Revistas Digitales como: Kundra, El Narratorio y Kunst.En España colabora con sus textos en un Periódico de Literatura de habla hispana: Periódico Irreventes.Tiene un Blog: Bárbaramente Fea donde están algunos de sus textos. No se imagina la vida sin: hijos, libros, perfumes, sombreros y buen vino. Notas de Corina